martes, 1 de julio de 2008
miércoles, 21 de mayo de 2008
Titulo Preliminar:
Artículo 1. (ámbito de aplicacion de la ley)
Artículo 2. (declaración de principios)
Artículo 3. (los sujetos del derecho de trabajo)
Atículo 4. (presunción de derecho)
Artículo 5. (irrenunciabilidad de los derechos)
Artículo 6. (clasificacion de los contratos de trabajo)
DEL CONTRATO INDIVIDUAL DE TRABAJO Y DE LA CAPACITACION LABORAL
TITULO I
Del Contrato Individual de Trabajo
Artículo 7. (definición del contrato de trabajo)
Artículo 8. (prestacion de servicio sin contrato de trabajo)
Artículo 9. (escrituración del contrato de trabajo)
Artículo 10. (contenido del contrato de trabajo)
Artículo 11.
Artículo 12. (Ius Variandi)
De la capacidad para contratar y otras normas relativas al trabajo de menores
Código Laboral
Artículo 13.
Artículo 14.
Artículo 15.
Artículo 16.
Artículo 17.
Artículo 18.
Artículo 19.
De la jornada de trabajo
Capítulo IV
Código laboral
Artículo 21(definición de la jornada laboral)
Jornada ordinaria de trabajo:
Código laboral
Artículo 22
Artículo 23
Artículo 24
Artículo 25
Artículo 26
Artículo 27
Artículo 28
Artículo 29
Horas Extraordinarias:
Código laboral
Artículo 30
Artículo 31
Artículo 32
Artículo 33
Descanso dentro de la jornada:
Código laboral
Artículo 34
Descanso semanal:
Código laboral
Artículo 35
Artículo 36
Artículo 37
Artículo 38
Artículo 39
Artículo 40
Jornada parcial:
Código laboral
Artículo 40 bis
Artículo 40 bis A
Artículo 40 bis B
Artículo 40 bis C
Artículo 40 bis D
De las remuneraciones
Capítulo V
Código laboral
Artículo 41
Artículo 42
Artículo 43
Artículo 44
Artículo 45
Artículo 46
Artículo 47
Artículo 48
Artículo 49
Artículo 50
Artículo 51
Artículo 52
Artículo 53
De la protección de las remuneraciones
Capítulo VI
Código laboral
Artículo 54
Artículo 55
Artículo 56
Artículo 57
Artículo 58
Artículo 59
Artículo 60
Artículo 61
Artículo 62
Artículo 63
Artículo 63 bis
Artículo 64
Artículo 64 bis
Artículo 65
martes, 20 de mayo de 2008
Esquema de Jornada Laboral
lunes, 21 de abril de 2008
Feriado Proporcional
termine antes de completar el año de servicio
que da derecho a feriado, percibirá una
indemnización por ese beneficio, equivalente
a la remuneración íntegra calculada en forma
proporcional al tiempo que medie entre su
contratación o la fecha que enteró la última
anualidad y el término de sus funciones
- Dictámen N° 1021/93 del 17/03/2000.-
- Dictámen N° 836/46 del 24/02/2004.-
- Dictámen N° 3426/106 del 25/08/2003.-
- Dictámen N° 4004/201 del 02/12/2002.-
- Dictámen N° 5081/125 del 09/11/2005.-
domingo, 20 de abril de 2008
miércoles, 2 de abril de 2008
domingo, 23 de marzo de 2008
jueves, 20 de marzo de 2008
Un Mensaje a García
Cómo "el tal Rowan" tomó la carta, la selló en una cartuchera de cuero, se la amarró a su pecho sobre el corazón, en cuatro días desembarcó de noche en las costas de Cuba desde un pequeño bote, desapareció dentro de la jungla, y en tres semanas reapareció al otro lado de la Isla, habiendo atravesado un país hostil a pié y cómo le entregó la carta a García son cosas que no tengo especial interés en describir sus detalles.
El punto que deseo hacer notar es este: El Presidente Mackinley le entregó a Rowan una carta para que se la llevara a García; Rowan tomó la carta y no preguntó "¿Dónde está García?".
¡Por todo lo Eterno! aquí está un hombre del cual se le debe erigir una estatua en bronce en cada universidad y escuela. No es conocer los libros lo que necesitan nuestros estudiantes, ni conocer de esto o aquello, sino endurecer su columna vertebral para que se les pueda confiar en su lealtad de actuar prontamente, que puedan concentrar sus energías: para que puedan hacer una cosa: "Llevar un Mensaje A García". El General García está muerto, pero existen otros Garcías. No existe un hombre que haya tenido que realizar una gestión donde muchas veces se requiera de muchas otras personas, que no haya sido abrumado muchas veces por la imbecilidad del hombre común - la inhabilidad o desinterés de concentrarse en una cosa y realizarla. Requerir ayuda innecesaria, la desatención tonta, la indiferencia necia, y el trabajo a medias parece ser la norma; y ningún hombre puede realizar sus objetivos a menos que por la fuerza o engaño o amenazas obligue o soborne a otros para que le ayuden; o por extraño, Dios en su infinita bondad realice un milagro, y le envíe el Angel De La Luz como su asistente.
Tú, lector, has el siguiente experimento: Estás sentado en tu escritorio como supervisor, con seis oficinistas subalternos a tu alrededor. Llama a uno de ellos y le requieres: "Por favor, ve a la enciclopedia y prepara un memorando sobre la vida de Corregio." ¿El oficinista te responderá amablemente diciendo: "Sí señor," y se irá a realizar la encomienda? En toda tu vida eso no ocurrirá. El oficinista te mirará con ojos incrédulos, moviéndolos como un pez en pecera, y te hará una o varias de las siguientes preguntas:
¿Quién era él?
¿En cuál enciclopedia?
¿Fui empleado para hacer eso?
¿Quiso decir Bismarck?
¿Por qué Carlos no lo hace?
¿Está muerto?
¿Hay prisa en eso?
¿Le puedo buscar el libro para que usted lo busque?
¿Para qué usted desea esa información?
Apuesto diez a uno a que después de haber contestado todas sus preguntas, y explicado cómo y dónde encontrar la información, el por qué la necesitas, el oficinista irá a buscar a otro para que le ayude a tratar de buscar a Corregio- y vendrá luego a decirte que esa persona no existe. Por supuesto puede que pierda mi apuesta, pero de acuerdo a la Ley de Probabilidades no perderé. Pero si eres listo, no te romperás la cabeza explicándole a tu "asistente" que Correggio está en el índice bajo las C's, no bajo las K's, pero suavemente le dirás, " No te preocupes," e irás a hacerlo tú mismo.
Es esa incapacidad para obrar independientemente, esa incapacidad moral estúpida, esa blandenguería de la voluntad y el carácter, ese desinterés y falta de disposición para hacer bien las cosas de buena gana, esas son las cosas que han pospuesto para lejos en el futuro la convivencia perfecta de los hombres. Si el hombre no actúa por su propia iniciativa para sí mismo, ¿Qué hará cuando el producto de sus esfuerzos sea para todos? La fuerza bruta parece necesaria y el temor a ser "rebajado" el sábado a la hora del cobro, hace que muchos trabajadores o empleados conserven el trabajo o la colocación. Anuncia buscando un taquígrafo y de diez solicitantes, nueve son individuos que no saben ortografía, y lo que es más, de individuos que no creen necesario conocerla. ¿Podrían esas personas escribir una carta a García?
"Mire usted" --me decía el gerente de una gran fábrica, "mire usted aquel tenedor de libros" "Bien, ¿Qué le pasa? Es un magnífico contador; más si se le manda a hacer una diligencia, tal vez la haga, pero puede darse el caso de que entre en cuatro salones de bebidas antes de llegar y cuando llegue a la calle principal ya no se acuerde de lo que se le dijo". ¿Puede confiarse a ese hombre que lleve un mensaje a García?
Recientemente hemos estado oyendo conversaciones y expresiones de muchas simpatías hacia "los extranjeros naturalizados que son objeto de explotación en los talleres". Así como hacía "el hombre sin hogar que anda errante en busca de trabajo honrado", y junto a esas expresiones, con frecuencia emplearse palabras duras hacia los hombres que están dirigiendo empresas. Nada se dice del patrón que envejece antes de tiempo tratando en vano de inducir a los eternos disgustados y perezosos a que hagan un trabajo a conciencia; ni se dice nada del mucho tiempo ni de la paciencia que ese patrono ha tenido buscando personal que no hace otra cosa sino "matar el tiempo" tan pronto como el patrono vuelve la espalda. En todo establecimiento, oficina, y en toda fábrica se tiene constantemente en práctica el procedimiento de selección por eliminación. El patrono está constantemente obligado a rebajar personal que ha demostrado incompetencia en el desempeño de sus funciones, y a tomar otros empleados. No importa que los tiempos sean buenos, este procedimiento de selección sigue en todo tiempo y la única diferencia es que, cuando las cosas están malas y el trabajo escasea, se hace la selección con más escrupulosidad, pero fuera, y para siempre fuera tiene que ir el incompetente y el inservible. Por interés propio el patrono tiene que quedarse con los mejores, con los que puedan llevar Un Mensaje a García.
Conozco a un individuo de aptitudes verdaderamente brillantes, pero sin habilidad necesaria para manejar su propio negocio, y que, sin embargo, es completamente inútil para cualquier otro, debido a la insana sospecha que constantemente abriga de que su patrono le oprime o tratará de oprimirle. Sin poder mandar, no tolera que se le mande. Si se le diera un mensaje para que se lo llevara a García, probablemente su contestación sería: "Lléveselo usted mismo". Hoy este hombre anda errante por las calles en busca de trabajo, teniendo que sufrir las inclemencias del tiempo. Nadie que le conozca se ofrece a darle trabajo, puesto que es la esencia misma del descontento. No entra por razones y lo único que en él podría producir algún efecto sería un buen puntapié salido de una bota del número nueve, de suela gruesa. Sé, en verdad, que un individuo tan moralmente deforme como ese, no es menos digno de compasión que el físicamente inválido; pero en nuestra compasión derramemos también una lágrima por aquellos hombres que se encuentran al frente de grandes empresas, cuyas horas de trabajo no están limitadas por los sonidos del pito y cuyos cabellos prematuramente encanecen en la lucha que sostienen contra la indiferencia zafia, contra la imbecilidad crasa y contra la ingratitud cruenta de los otros, quienes, a no ser por el espíritu emprendedor de éstos, andarían hambrientos y sin hogar.
Diríase que me he expresado con mucha dureza. Tal vez sí; pero cuando el mundo entero se ha entregado al descanso, yo quiero expresar una palabra de simpatía hacia el hombre que sale adelante en su empresa, hacia el hombre que, aún a pesar de grandes inconvenientes, ha sabido dirigir los esfuerzos de otros hombres y que, después del Triunfo, resulta que no ha ganado más que su subsistencia. También yo he cargado mi lata de comida al taller y he trabajado a jornal diario, y también he sido patrono y sé qué puede decirse algo de ambos lados. No hay excelencia en la pobreza "per se", los harapos no sirven de recomendación, no todos los patronos son rapaces y tiranos, ni todos los pobres son virtuosos. Mi simpatía toda va hacia el hombre que hace su trabajo tan bien cuando el patrono está presente, como cuando se encuentra ausente. Y el hombre que al entregársele Un Mensaje a García, tranquilamente toma la misiva, sin hacer preguntas idiotas, y sin intención de arrojarla a la primera alcantarilla que encuentre a su paso, o de hacer cosa que no sea entregarla a su destinatario. Ese hombre nunca queda sin trabajo ni tiene que declararse en huelga para que se le aumente el sueldo.
La civilización busca ansiosa, insistentemente, a esa clase de hombres. Cualquier cosa que ese hombre pida, la consigue.
Se le necesita en toda ciudad, en todo pueblo, en toda villa, en toda oficina, tienda y fábrica y en todo taller.
El mundo entero lo solicita a gritos, se necesita y se necesita con urgencia al hombre que pueda llevar
"Un Mensaje a García".
Interpretación de la ley
Art. 19. Cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto de consultar su espíritu.
Pero bien se puede, para interpretar una expresión obscura de la ley, recurrir a su intención o espíritu, claramente manifestados en ella misma, o en la historia fidedigna de su establecimiento.
Art. 20. Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso general de las mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido expresamente para ciertas materias, se les dará en éstas su significado legal.
Art. 21. Las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que les den los que profesan la misma ciencia o arte; a menos que aparezca claramente que se han tomado en sentido diverso.
Art. 22. El contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada una de sus partes, de manera que haya entre todas ellas la debida correspondencia y armonía.
Los pasajes obscuros de una ley pueden ser ilustrados por medio de otras leyes, particularmente si versan sobre el mismo asunto.
Art. 23. Lo favorable u odioso de una disposición no se tomará en cuenta para ampliar o restringir su interpretación. La extensión que deba darse a toda ley, se determinará por su genuino sentido y según las reglas de interpretación precedentes.